EL CORREO DE GOOGLE se ha convertido
en una de las mejores alternativas
a la hora de optar por un servicio de
correo electrónico gratuito de calidad,
gran capacidad, y amplio abanico de
funciones. Como en todo, Gmail tiene
sus detractores (interfaz austera, utilización
de etiquetas en vez de carpetas,
etc.), pero también tiene muchos
acérrimos seguidores que lo utilizan a
diario como su única cuenta de correo
donde centralizar las demás.
Y esto por no hablar de Google Apps, la
versión corporativa de las herramientas
de Google que, entre otras cosas, te permite
contar con el correo de tu empresa
en un entorno idéntico al de Gmail, pero
bajo tu propio dominio. Y todo ello gratis
en su versión estándar.
Ahora bien, con Gmail es importante tomar
precauciones y ciertas medidas de
seguridad, tanto con la información que
movemos y las conexiones que realizamos,
como con nuestros propios datos. Es
decir, hablamos tanto de evitar posibles
accesos no autorizados a nuestra cuenta,
como proteger nuestros datos almacenados
en ella.
Lo primero, porque para muchos es frecuente
conectarse al servicio de Gmail a
través del móvil o el ordenador portátil
desde ubicaciones no seguras (como los
clásicos puntos de acceso públicos). Y
lo segundo, porque, aunque por suerte
ocurre poco, se han dado casos en los
que Google ha cerrado una cuenta de
Gmail sin más, aduciendo que se estaba
incumpliendo el contrato entre ambas
partes. Dado que es un servicio que
oficialmente sigue en fase Beta (con la
descarga de responsabilidades que eso
supone) y que es completamente gratuito,
las posibilidades de recuperar los
datos pueden ser nulas.
Veamos algunos consejos útiles para
mejorar la seguridad activa y pasiva de
nuestra cuenta de correo en Google.
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