En la entrega anterior te mostramos la apariencia y la estructura básica de una hoja de cálculo, y cómo introducir los primeros datos en sus celdas. Pero… no sólo de “datos” vive el hombre. Aparte de una buena ordenación y de una estructura adecuada, la información debe mostrarse con la mejor apariencia.
Una presentación apropiada hará que los datos lleguen con mayor facilidad al que los vaya a consultar y mejorará en cualquier caso su compresión y su lectura. No es conveniente abusar de efectos excesivamente recargados, ya que pueden resultar abrumadores, pero no debes nunca subestimar la importancia del formato.
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